domingo, 14 de julio de 2013

¡A GASTAR!

Luis Rubio / El Siglo de Torreon
La obsesión por elevar la recaudación fiscal me recuerda la película Los millones de Brewster, de Richard Pryor. Brewster recibiría una enorme herencia pero sólo si se gastaba 30 millones en un mes; si no, la perdería. El objetivo de quien le heredaba era enseñarle el valor del dinero. Parece fácil pero, como ilustra la película, es tremendamente difícil gastar tanto dinero en tan poco tiempo, al menos para gente normal. Pero para los gobiernos y políticos jamás hay límite a lo que pueden imaginarse poder gastar. Por eso les es mucho más fácil buscar formas de elevar la recaudación que justificar la racionalidad del gasto que dan por natural.

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