Amanda Mars –Washington-El país
Cuando a una economía se la tilda de real, es difícil no inferir que la
otra, la del mundo financiero, tiene algo de ficticia, de menos real. En Washington se habla
estos días de ambas como de dos universos paralelos: la tangible, la de
empresas y trabajadores, sigue atrapada en problemas, sobre todo en Europa,
mientras que la menos real ha levantado cabeza.
También hay rescates reales -como el de Grecia, el de Portugal o el que tuvo que pedir España para salvar a sus bancos- y otros gaseosos, virtuales, como
el que ha suavizado el ataque de los mercados a la Eurozona sin necesidad de
existir. El Fondo Monetario Internacional (FMI), muy escéptico hace seis meses,
se ha reconciliado con ese fenómeno virtual, aunque sigan los temores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario