Joaquín Estefanía –Madrid-El País
Preguntado el presidente de Gobierno, apenas unas horas antes
del Consejo de Ministros que iba a aprobar el programa de reformas, Rajoy
respondió neto, sin oraciones subordinadas: “No hay impuestos el viernes”. Los
hubo: en 2014 no se producirá la reversión a la baja, prometida y mil veces
publicitada, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que
fue denominada en su momento “gravamen temporal de solidaridad”; se suprimen
deducciones en el Impuesto de Sociedades (las empresas pagarán más); se
ampliarán los impuestos especiales y medioambientales; y se crea un impuesto
para los depósitos bancarios que, según el ministro de Hacienda, no pagarán los
depositantes sino los bancos (con los resultados de credibilidad que cualquiera
puede suponer).
No hay comentarios:
Publicar un comentario