Por Pau Messeguer Gally - Dinero en Imagen
Cada mes, el Inegi publica el Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC), una herramienta diseñada para identificar en qué punto del ciclo económico se encuentra el país y hacia dónde podría dirigirse en los próximos meses. Aunque el nombre suena muy técnico, su funcionamiento es bastante intuitivo: las variables económicas (como la producción industrial, el empleo, el consumo o la inversión) tienden a mostrar patrones que se repiten o evolucionan con el tiempo. La tendencia señala la dirección de largo plazo, mientras que la estacionalidad recoge los movimientos propios de cada época del año (como el impulso de diciembre para el comercio) y entre ambas se encuentra el ciclo.
El ciclo económico refleja movimientos de mediano plazo que no siguen un calendario fijo. La economía puede crecer varios años seguidos, luego entrar en una fase de menor dinamismo y, en ocasiones, incluso contraerse, para después volver a expandirse. Si uno dibuja esa trayectoria, se ve como una serie de ondas que suben y bajan sin una fecha precisa.
En este marco operan los dos indicadores del SIC. El coincidente sintetiza la información disponible para mostrar dónde está la economía hoy. El adelantado, por su parte, intenta identificar señales tempranas sobre hacia dónde podría variar esa trayectoria en los siguientes meses. No predice el crecimiento exacto, pero sí estima puntos de inflexión.
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