Mario Maldonado - Sonora Presente
Tras casi siete años de autoexilio, Enrique Peña Nieto regresó discretamente a México. El expresidente viajó para ver a su madre y pasar las navidades con su familia. Se instaló en su casa de descanso de Ixtapan de la Sal, donde conserva arraigos personales. Es su primera visita desde que dejó la Presidencia, en 2018, aunque no la primera vez que intentó volver. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador quiso viajar en al menos dos ocasiones —una para asistir a la boda de su hija Paulina y otra para ver a su madre— pero la indicación de su interlocutor en Palacio Nacional, presuntamente Adán Augusto López, fue que no era conveniente.
Peña Nieto avisó al gobierno en turno sobre su visita actual. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que lo hizo por cortesía política y en atención a la presidenta Claudia Sheinbaum. El mensaje de respuesta implícito fue mantener un bajo perfil y evitar interpretaciones innecesarias.
En las conversaciones que sostuve con él para el libro “EPN: Confesiones desde el exilio”, Peña Nieto aseguró que junto con el cierre de su sexenio concluyó su vida como servidor público. “Me retiré de la política”, me dijo.
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