- El Congreso mexicano ha allanado una parte del camino para 2026 con mayores aranceles y una recaudación tributaria más eficaz
Elia Castillo Jiménez - México - El País
El Gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum, ha cerrado el año dando cuerpo a una serie de iniciativas que apuntalen su política económica delineada en el Plan México. Una estrategia que necesita obtener ingresos hasta por debajo de las piedras y le permita ejecutar sus promesas de largo aliento, con el peso a las arcas que representan los programas sociales y el poco margen de maniobra que estos le dejan en la distribución del gasto, señalan fuentes cercanas a la presidencia. El Congreso mexicano ha puesto el otro brazo para allanar una parte del camino en 2026. La inversión en infraestructura, el banderazo de inicio para la construcción de casas que la lleven a cumplir su promesa de un millón de viviendas al final del sexenio, la generación de empleos y crecimiento económico serán clave el próximo año.
Una de las piezas es el muro arancelario a Asia -para equilibrar entre otras cosas la abultada balanza comercial negativa con China- que empujó la mandataria en el Legislativo en la última recta del año. La medida ha sido un disparo de doble tiro: un guiño a Estados Unidos en un contexto de desaceleración económica en México y frente a la guerra arancelaria de Donald Trump, así como una buena fuente de ingresos adicionales. Una bolsa de entre 60.000 y 80.000 millones de pesos, menos de los proyectado en un inicio por las modificaciones que el Congreso hizo al proyecto para suavizar los gravámenes a más de 1.400 productos asiáticos que sufrirán incrementos entre 5% y 50% a partir del primer minuto de 2026.
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