- Ursula von der Leyen ha anunciado una investigación para saber si China subvenciona estos vehículos
Matthew Lynn -elEconomista.es
Son demasiado caros. No hay suficientes en el mercado. Y recargarlos es demasiado complicado. Hay muchas razones por las que la gente sigue siendo reacia a cambiar los coches de gasolina por los eléctricos, y su coste encabeza la lista. Sin embargo, ahora que el mundo está a punto de inundarse de vehículos eléctricos chinos baratos, la situación está a punto de cambiar. Cualquiera que se preocupe seriamente por combatir el cambio climático se alegraría. Pero ahora resulta que la Unión Europea, a pesar de toda su retórica, se preocupa más por proteger su propia industria automovilística y planea imponer aranceles a las importaciones chinas.
El discurso sobre el estado de la Unión pronunciado recientemente por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estuvo lleno de la habitual palabrería autocomplaciente sobre la cooperación reforzada y la profundización de la Unión. Sin embargo, contenía una noticia. La Unión Europea va a "investigar" si los vehículos eléctricos chinos han recibido subvenciones estatales. Para una organización que presume a bombo y platillo de lo mucho que gasta en "industrias verdes", como los nuevos tipos de vehículos y las baterías que los alimentan, parece, por decirlo suavemente, un poco hipócrita "investigar" a China por hacer exactamente lo mismo. Aun así, no cabe duda de lo que ocurrirá a continuación. Se "descubrirán" las subvenciones y se aplicarán aranceles. De hecho, China ya ha empezado a quejarse de ello y con razón.

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