- Las muertes maternas son prevenibles y un monitoreo adecuado permite detectar de forma temprana muchos padecimientos congénitos para mejorar la calidad de vida de los bebés.
Fatima Masse - Expansión
(Expansión) - Falta un año para que se termine la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hay datos suficientes para afirmar que el manejo de la salud pública en el país ha sido un fracaso. Más allá de lo que se dice en las mañaneras, hay evidencia de que la falta de presupuesto y de planeación estratégica, así como la inestabilidad legal y administrativa de las instituciones del sector tienen resultados catastróficos como la pérdida de vidas humanas.
El jueves de la semana pasada, la revista digital EMEEQUIS presentó una investigación escalofriante: entre 2019 y 2021 la razón de mortalidad materna aumentó 161% según un documento del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). A pesar de esta estadística, que probablemente está influenciada por el efecto de la pandemia, en el mismo documento se manifestó la falta de equipos básicos para ofrecer una atención de calidad como ultrasonógrafos gineco-obstétricos, mesas quirúrgicas electrohidráulicas y camas obstétricas eléctricas.
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