- Los esfuerzos ahora tienen que canalizarse al rescate de personas, propiedades y bienes, así como al restablecimiento de servicios esenciales como agua, electricidad y telefonía.
Enrique Quintana . El Financiero
Si piensa que Acapulco ya vivió su desastre, olvídelo.
El problema mayor es lo que sigue.
Nos hemos concentrado, de modo natural, en los saldos humanos y materiales que trajo consigo el paso del huracán Otis.
La dimensión de la destrucción es tal que apenas la empezamos a descubrir.
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