Por Fausto Pretelin Muñoz de Cote - El Economista
Milei es un producto cuya naturaleza es publicitaria.
Es mentiroso y tramposo, pero insiste que él es diferente a la clase política; a la casta.
Dice poder comunicarse con animales vivos y muertos, y con base a ello toma decisiones importantes.
Su amor por su perro Conan lo empujó a clonarlo para que tras su muerte su presencia pudiera ser mimetizada a la eternidad.
Es mesiánico: “Yo vi tres veces la resurrección de Cristo, pero no lo puedo contar. Dirían que estoy loco”, confesó Milei a un amigo hace algunos años, y el periodista argentino Juan Luis González lo revela en su libro “El loco: la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina” (editorial Planeta, 2023).
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