José María Triper - elEconomista.es
Sostenella y no enmendalla. Valga esta expresión del Siglo de Oro, popular entre los hidalgos, para definir el empecinamiento del BCE en su política de subidas de tipos de interés que, a la vista de los resultados, obligaría a completar la citada frase para concluir en sostenella y no enmendalla hasta matalla.
Porque eso es lo que están haciendo en Europa con la economía Christine Lagarde y sus colaboradores en el banco central de los países de la UE, como confirma el último informe de previsiones de la Comisión Europea, que asume ya una situación de estanflación al pronosticar un crecimiento de sólo un 0,8%, con una inflación del 5,6% y cuyos efectos se traducen en: pérdida de la capacidad de compra de los hogares con la consiguiente caída del consumo privado, aumento de los costes empresariales que repercuten en los precios de venta, aumento del desempleo y descenso del PIB.
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