Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Después de una semana de haber actuado de manera solamente reactiva y ante la fuerza que está tomando la campaña del Partido Republicano en Estados Unidos, para acusar al Gobierno mexicano de no actuar ante los cárteles productores y traficantes de fentanilo y pedir una intervención estadounidense en México, el gobierno del presidente López Obrador pasó ayer a la contraofensiva y comenzó a hablar con congresistas del país vecino, a los que les explicó las acciones que lleva a cabo su administración para frenar el tráfico de fentanilo, además de instruir a los 52 cónsules y al embajador mexicano en Estados Unidos a iniciar una campaña en los medios de aquel país para "no permitir que atropellen a México" con mentiras.
Diseñada desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, la contraofensiva mexicana inició con una reunión que tuvo ayer López Obrador con una delegación de siete congresistas demócratas y republicanos de Estados Unidos, a quienes recibió personalmente en Palacio Nacional y en donde participó también el embajador estadounidense, Ken Salazar. En el encuentro, según un comunicado de la Presidencia de la República, el mandatario mexicano abordó el tema del fentanilo y respondió a las duras críticas que se han hecho desde el Congreso norteamericano contra su gobierno por no combatir la producción y tráfico de esa droga letal al país vecino.
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