Por Mohamed A. El-Erian - El Economista
La reversión de décadas de integración económica dejará a la economía mundial con una inflación más alta y un potencial de crecimiento reducido. En esta nueva era, los gobiernos, las empresas y los inversionistas de largo plazo deberán incorporar análisis geopolíticos y sociopolíticos más sofisticados en sus estrategias.
CAMBRIDGE – Durante tres décadas, empresas y gobiernos de todo el mundo funcionaron bajo la presunción de que la globalización económica y financiera continuaría a pasos acelerados. Sin embargo, frente a las tensiones que ha sufrido el orden internacional en los últimos años, el concepto de desglobalización -la desvinculación del comercio y la inversión- cada vez ha cobrado más impulso en los hogares, las empresas y los gobiernos. Pero los datos disponibles sugieren que la globalización está cambiando más de lo que se está acercando a su fin.
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