Enrique Quintana / El Financiero
Era la noche del jueves pasado y fueron enviados a la Secretaría de
Hacienda y al Banco de México –como usualmente ocurre– los datos que se
dan a conocer públicamente por parte del INEGI la mañana siguiente,
relativos al crecimiento del PIB.
En la reunión que sostuvieron esa noche Luis Videgaray y su equipo se discutió a qué nivel bajar la expectativa de crecimiento de 2014.
El dato que iban a emitir era más que el producto de un modelo matemático. Se trataba de una cifra que impactaría a la economía en múltiples sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario