Raymundo Riva Palacio / Eje Central
John
Kerry relevó a Hillary Clinton como jefe de la diplomacia de Estados
Unidos en febrero de 2013 y tardó muy poco en meterse en problemas con
los países de América Latina. En un discurso ante el Comité de Asuntos
Exteriores de la Cámara de Diputados en abril, consideró a estas naciones como su “patio trasero”, el término acuñado en 1823 cuando el presidente James Monroe promulgó la Doctrina Monroe, que disuadía a los europeos de incrementar su influencia
o recolonizar América Latina. Esa doctrina, que era relativamente
pasiva, se volvió amenaza directa a principios del Siglo XX con la
política del “Gran Garrote”, mediante la cual el presidente Theodore Roosevelt agregó el llamado “Corolario Roosevelt”: si una potencia europea intervenía en el Hemisferio, habría guerra. América era para ellos y para nadie más.
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