martes, 18 de junio de 2013

PATRIMONIALISMO ESPIRITUAL

Jesús Siva-Herzog Márquez / El Siglo de Torreón

La presidenta municipal de Monterrey pidió respeto y tolerancia por sus creencias. Unos días antes había entregado la ciudad que gobierna a Jesucristo, a quien declaró la autoridad máxima de la ciudad. La alcaldesa había participado en un evento llamado "Monterrey ora", organizado por la Alianza de Pastores. Ahí, enfatizando la solemnidad de una proclama, dijo: "Yo, Margarita Alicia Arellanes Cervantes, entrego la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, a nuestro Señor Jesucristo. Para que su reino de paz y bendición sea establecido, abra las puertas de este municipio a Dios como la máxima autoridad. Reconozco que sin su presencia y su ayuda no podemos tener éxito real". Esas fueron las palabras de la presidenta municipal de Monterrey: entregar simbólicamente la ciudad que gobierna a una deidad, declararla una autoridad superior a todos los poderes constitucionales y expresar su convicción de que sólo la intervención celestial puede salvar a la ciudad.

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