El
gobernador del Estado de São Paulo suspende por un año el aumento previsto en
el peaje de las autopistas
Francisco Peregil / El País
Nadie lo esperaba.
Después de 18 días actuando a remolque de la calle, Dilma Rousseff sorprendió a la clase política, a la prensa y, quizás,
también a la calle. Se sabía que iba a reunirse con representantes del
Movimiento por el Pase Libre, la organización que consiguió la anulación de la
subida en las tarifas del transporte público. Y que después recibiría a los 27
gobernadores del país y a 26 alcaldes de las principales ciudades. Pero, entre
ambos encuentros, la presidenta dejó pasar las cámaras al palacio presidencial
de Planalto y advirtió: “Las calles nos están diciendo que quieren que el
ciudadano, y no el poder económico, esté en primer lugar. […] La energía que
viene de las calles es mayor que cualquier obstáculo. No tenemos que quedarnos
inertes, incomodados o divididos. Por eso traigo propuestas concretas y la
disposición para que discutamos al menos cinco pactos”.
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