Jean Meyer / El Universal
Dante,
en el canto tercero del Inferno, no le perdona al papa Celestino V su
renuncia y la condena como il gran rifiuto. Coloca al pobre hombre en el
Infierno por lo que califica de cobardía. Benedicto XVI vuelve a ser
Joseph Ratzinger y no se le puede acusar de cobardía. Se necesita valor
para renunciar al papado por el sencillo hecho de que el peso enorme de
la tradición no iba en tal sentido; ahora se ha creado un precedente muy
diferente del de 1294, el único caso de renuncia papal, hasta el de
hoy.
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