Manuel Somoza - Milenio
El lunes fuimos testigos de un fenómeno bursátil que dejó perplejos a todos los mercados e inversionistas; sin decir agua va, los mercados se sacudieron cuando algún hábil reportero —de la fuente financiera en Estados Unidos— sacó a la luz que una pequeña compañía china, o como se denomina, startup, desarrolló un software para generar inteligencia artificial, mismo que tuvo un costo de apenas 6 millones de dólares, cuando compañías grandes, como Nvidia, que invertían hasta 500 millones de dólares en desarrollos similares.
La noticia cimbró las acciones tecnológicas dedicadas a la fabricación de chips muy sofisticados y empresas relacionadas con el tema, así como otras dedicadas al desarrollo de inteligencia artificial, de tal forma que la más afectada —que fue justo Nvidia— perdió más de 500 mil millones de dólares en su capitalización de mercado cuando sus acciones se derrumbaron 17 por ciento.
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