Samuel García - El Sol de México
El próximo lunes 3 de febrero, se cumple el plazo para que Marco Rubio, el secretario de Estado de Estados Unidos, anuncie medidas para la designación de los cárteles de las drogas como organizaciones terroristas.
De cumplirse esta amenaza del presidente Trump, habría importantes consecuencias sobre las empresas y bancos que operan en México, pero también pesaría sobre la economía mexicana que ya coquetea con la recesión.
En su primer día de mandato, el 20 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva (un decreto) para iniciar el proceso de designación de cárteles de la droga como organizaciones terroristas, porque -según el documento firmado por Trump- “constituyen una amenaza a la seguridad nacional más allá de la que plantea el crimen organizado internacional”.
Evidentemente la orden va dirigida principalmente a los cárteles mexicanos de la droga, entre ellos el cártel de Sinaloa o el de Jalisco Nueva Generación, como parte de su plan de seguridad fronteriza a fin de designarlos como “organizaciones terroristas extranjeras”.
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