Sergio Aguayo - El Siglo de Durango
El discurso de Donald Trump está anclado en la retórica del excepcionalismo estadounidense más agresivo. Si para Thomas Jefferson Estados Unidos era la "mejor esperanza del mundo", para Trump es "la civilización más grande de la historia". Sus "retos" (challenges) actuales y futuros, añadió, "serán aniquilados". Y los primeros señalados fueron su frontera sur, los cárteles y los migrantes.
Los textos también se analizan por lo que callan y Trump no hizo una sola crítica a la presidenta Claudia Sheinbaum o a los gobernantes mexicanos. La diferencia viene, sugiero, de los éxitos de la nueva estrategia de seguridad mexicana y del peso del establishment de seguridad estadounidense.
Las cifras son elocuentes. Hasta ahora, Sheinbaum es mucho más eficaz que su predecesor. En su "Balance de la seguridad a 100 días de la era Sheinbaum" México Evalúa compara a los dos gobiernos durante ese período: a) ¿operativos contra organizaciones criminales? AMLO 29 y CSP 209; b) ¿presuntos delincuentes detenidos? 31 y 7,720 respectivamente; y c) ¿armas decomisadas? 26 y 3,000.
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