Jorge Zepeda Patterson - El Siglo de Torreón
Es más que justificada la indignación que provoca el desprecio y maltrato de parte de Trump y de los suyos en contra de los latinos. Con toda razón se ha denunciado la ola de odio y resentimiento que ha surgido en buena parte de la sociedad estadounidense con su narcisismo disfrazado de nacionalismo barato, racista en el fondo. Es necesario exhibirlo, combatirlo y hacer lo posible por paliar el sufrimiento de sus víctimas.
Pero al mismo tiempo no podemos descargar la propia responsabilidad que llevamos en todo esto. Muy fácil denunciar la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio (o la viga en ambos). Por incómodo que resulte, no basta ponernos del lado de las víctimas y hacer algo al respecto, también habría que asumir que tenemos una responsabilidad como victimarios. Porque en la medida en que no lo entendamos seguiremos perpetuando las condiciones de injusticia, racismo y desprecio que provocaron la "expulsión" de esos migrantes.
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