- Cuando a alguien se le ocurra preguntar cómo se van a pagar las promesas que se hacen en las campañas electorales, la regla dice que hay que salir con cualquier evasiva para no pronunciar una palabra maldita: impuestos.
Enrique Quintana - El Financiero
En las campañas electorales, la regla dice que hay que prometer y prometer y prometer.
Y cuando a alguien se le ocurra preguntar cómo se van a pagar las promesas que se hacen, salir con cualquier evasiva para no pronunciar una palabra maldita: impuestos.
Alguna vez, como aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, George W. H. Bush, en su discurso de aceptación de la candidatura el 18 de agosto de 1988 pronunció la frase: “Read my lips: no new taxes”, que fue la más recordada de su discurso. Y pasó a la historia.
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