Por Marco A. Mares - El Economista
México está en un escenario en el que la circunstancia y la realidad, lo colocan frente a una oportunidad ó un riesgo.
El contexto internacional le ofrece una oportunidad histórica: la relocalización de empresas o nearshoring, para la cual México es un territorio ideal, por su vecindad con una de las economías más poderosas del mundo: Estados Unidos.
Pero, las condiciones estructurales de su economía, y las decisiones del gobierno lopezobradorista, podrían convertirse en un obstáculo para el aprovechamiento del fenómeno mundial de la relocalización.
La política de “soberanía energética” con la que este gobierno proscribió las inversiones privadas nacionales e internacionales de la extracción petrolera y la generación eléctrica se está revirtiendo en contra de México.
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