La arquitectura financiera internacional ha fracasado en su misión de proporcionar una red de seguridad mundial a los países en desarrollo, ha agravado las desigualdades y precisa una serie de reformas importantes, afirmó este jueves el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, durante la Cumbre para un Nuevo Pacto Mundial de Financiación, que se realiza en París.
Agregó que en 2021 el FMI asignó más de 650 mil millones de dólares en derechos especiales de giro, de ellos los países de la Unión Europea, incluido el mío (Portugal), recibieron 160 mil millones de dólares. Los países africanos: 34 millones, señaló Guterres. Pese a reconocer que este reparto se hizo conforme a las leyes vigentes, lo calificó de inmoral.
Una arquitectura financiera que no represente al mundo actual corre el riesgo de conducir a su propia fragmentación, afirmó.
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