- La dirigente democristiana es la clara favorita en las elecciones que Alemania celebra el 24 de septiembre. ¿Cómo afectará al futuro del proyecto europeo?
Hans Kundnani - El País
La primavera pasada hubo un par de meses durante los que pareció que Alemania quizá iba a tener unas verdaderas elecciones; es decir, una pugna entre un mínimo de dos candidatos que tuvieran programas políticos diferenciados y la posibilidad de formar gobierno.
La canciller Angela Merkel estaba debilitada por su reacción ante la crisis de los refugiados y crecía su impopularidad dentro de su propia formación, la Unión Cristianodemócrata (CDU). El partido euroescéptico y antiinmigración, Alternative für Deutschland (Alternativa por Alemania, AfD), obtuvo una serie de triunfos asombrosos en las elecciones regionales de 2016, y algunos democristianos estaban inquietos ante la posibilidad de que el éxito se trasladara al ámbito nacional.
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