Julio Patán / El
País
El delegado de Coyoacán, Mauricio Toledo, empuñó el Blackberry, tecleó
(sic) “Si publicas algo te mando
matar cabrón” y pulsó el botón de send. El mensaje
lo recibió el abogado Rodolfo Reus, que llevaba la causa de una inmobiliaria a
la que, según hizo público, Toledo había exigido una fuerte cantidad de dinero
para darle el permiso de construir un edificio.
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