miércoles, 30 de abril de 2014

ARQUEOLOGÍA DE UN FRAUDE

Raymundo Riva Palacio / Eje Central
Nadie puede negar que Marco Antonio Del Toro, el abogado del líder minero, Napoleón Gómez Urrutia, que se autoexilió en Canadá hace más de un lustro para evitar a la justicia mexicana, es talentoso. Comenzó a decir a la prensa hace 15 días que Interpol había decidido “borrar” de sus archivos toda la información que su oficina en México le había enviado sobre su cliente, por considerar que no era un asunto legal, sino político, a fin de preparar el terreno para lo que creía vendría días después, el amparo para Gómez Urrutia en contra de la orden de aprehensión por un fraude a mineros por 55 millones de dólares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario