En Europa unos ganaban más que otros, pero todos ganaban. Esto se ha detenido
Hay frases que tienen fortuna. Una de las más agraciadas fue la
pronunciada por el gobernador del Banco Central Europeo (BCE), Mario
Draghi, el 26 de julio de 2012: “El BCE hará todo lo necesario para
sostener el euro. Y, créanme, esto será suficiente”. Evitó una crisis
mucho más profunda. Otra de esas frases es la manifestada por el
candidato de la derecha a presidir la Comisión Europea y ex primer
ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker: “Sabemos lo que hay que
hacer, pero no sabemos cómo ser reelegidos después de hacerlo”. A esta
sentencia se la conoce ya, en los ambientes políticos europeos, como la
maldición de Juncker.
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