Salvador Camarena- México-El País
Este mes se cumplen
cinco años de la tragedia que marcó el Gobierno de Marcelo Ebrard, el alcalde
de la ciudad de México de 2006 a 2012. El día 20 junio de 2008 nueve
adolescentes (y tres policías) fallecieron aplastados en un oscuro operativo
policíaco que fue un sinsentido de principio a fin. Incapaz de explicar el
fundamento de una ilegal redada que detuvo y provocó la muerte de adolescentes
de clase baja, Ebrard salvó el pellejo al destituir al jefe de la policía y al
nombrar a un nuevo fiscal. Así llegó Miguel Ángel Mancera al puesto desde el
que vería crecer su perfil hasta convertirse en diciembre pasado en el jefe de
Gobierno de la capital mexicana. Por eso hoy parece una ironía del destino el
que a punto de cumplir seis meses en la alcaldía, Mancera enfrente una crisis
de seguridad por la desaparición de 11 jóvenes, a los que se les perdió la
pista el domingo pasado luego de acudir a un antro del centro de la ciudad.
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