Manuel Rivas / El País
Ha sido muy celebrada
la ocurrencia del Ayuntamiento de Brunete de empaquetar y reenviar los
excrementos de las mascotas al domicilio de sus dueños, con la advertencia de
multa en caso de reincidir. En otros muchos lugares estudian la aplicación de
esta medida tan persuasiva ya conocida como Caca Express. Yo me acordé del
Fondo Monetario Internacional. Fue una asociación automática, instantánea e
inmediata. ¿Cómo podemos devolverle todas las ruinas al FMI ahora que sus
portavoces reconocen que sus informes sobre Grecia eran una mierda precipitada?
Al parecer, le fallaron los “multiplicadores”. Es una pena que estos grandes
expertos no sepan contar con los dedos.
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