Enriqueta Cabrera / El Universal
Durante los seis años de Calderón, la migración México-Estados Unidos
quedó virtualmente borrada de los grandes temas de la agenda bilateral.
Hoy vuelve por sus fueros como una realidad insoslayable a ambos lados
de la frontera. Para México será necesario retomar un asunto que
involucra a mas de siete millones de indocumentados mexicanos que viven y
trabajan en la Unión Americana y para los que los últimos seis años
serán recordados como los peores por la amplitud de las deportaciones y
las leyes migratorias de corte xenófobo y racista que Arizona, Alabama y
muchos otros estados adoptaron para perseguirlos, deportarlos, negarles
educación a sus hijos o servicios de salud. Se trata de un tema de
interés prioritario también para muchos mexicanos en territorio
nacional: aproximadamente seis de cada diez mexicanos tenemos algún
familiar, amigo o conocido que vive y trabaja en Estados Unidos.
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