Leonardo Curzio / El Universal
La conclusión del sexenio de Calderón está signada por una sangrienta
paradoja. La encuesta de evaluación del desempeño de FCH (publicada en
este diario la semana pasada) establece que el combate al crimen
organizado es su cumbre y su abismo, su principal acierto y el más
grande de sus errores. El balón está, por lo tanto, en medio campo. El
sexenio termina con una Secretaría de Seguridad Pública descontinuada y
una Policía Federal en el centro de graves escándalos. La polvareda no
debe, sin embargo, ocultar que a lo largo de estos seis años se
consiguieron éxitos importantes que la siguiente administración recibirá
como un activo.
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