Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
En medio de la ilegalidad, el caos y el descontrol de la política migratoria de México, que fue exhibida y rebasada por el fenómeno de las olas migrantes de Centro y Sudamérica, ha florecido un nuevo y multimillonario negocio para el crimen organizado en la frontera entre México y Estados Unidos. El secuestro de miles de personas indocumentadas (que cruzan el territorio mexicano para intentar llegar a solicitar asilo en los Estados Unidos) a manos de los cárteles de la droga que operan en Tamaulipas, se ha vuelto no sólo cosa cotidiana, sino que los capos y sicarios del Cártel del Golfo, del Cártel del Noreste y todas sus pandillas y derivaciones han encontrado en el secuestro de migrantes un muy jugoso negocio que les genera ganancias de millones de dólares, que además cobran de inmediato y en la moneda norteamericana que ingresa, vía transferencias, directa al sistema bancario mexicano.
Y es que, ante el conocimiento y la mirada cómplice de los gobiernos municipales, estatales y federal, las rutas que atraviesan la frontera con Estados Unidos, por las distintas garitas y aduanas de Tamaulipas, se han convertido en auténticos ríos humanos por donde los migrantes de Centro, Sudamérica y el Caribe que reciben permisos de tránsito del Gobierno mexicano tratan de llegar al anhelado "sueño americano" a través de la figura del asilo político que les otorga el Gobierno de los Estados Unidos a los migrantes de ciertas nacionalidades.
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