León Bendesky - Periódico La Jornada
En los países de la OCDE, sobre todo en el grupo de los más ricos del mundo, se observa una condición de apocada expansión económica. Los registros anuales de la tasa de crecimiento del producto interno bruto en los pasados 20 años indican la tendencia descendente registrada desde los inicios de 1960. El crecimiento del PIB se ubica en torno a 2 por ciento anual y, además, este periodo reciente está marcado por la severa crisis financiera de 2008 y la contracción derivada de la pandemia en 2020.
Las previsiones de crecimiento productivo global para el cierre de 2022 están al nivel de antes de la pandemia, sobre 3 por ciento, pero se reducen a 2 por ciento en 2023. Al mismo tiempo, la inflación se ha convertido en el elemento clave del escenario económico y, aunque recientemente se ha registrado alguna reducción, sigue siendo el elemento que define las políticas monetarias y se expresa en alzas de las tasas de interés, con el efecto recesivo que eso tiende a provocar.
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