Jorge Zepeda Patterson - Diario de Yucatán
El ataque contra la vida del periodista Ciro Gómez Leyva pone de manifiesto el grado de violencia que vive la sociedad mexicana. No solo en términos de la inseguridad, también en lo que toca a la virulencia y el fanatismo que ha adquirido la conversación pública. El intento de asesinato dio pretexto para nutrir el intercambio diario de difamaciones y propaganda política, en un sentido y otro. Unos, prácticamente responsabilizando a Andrés Manuel López Obrador, dando por sentado que el ataque constituye una extensión física, por parte de sus seguidores, de las descalificaciones verbales emitidas por el presidente sobre este periodista; otros, por el contrario, sugiriendo que podría ser una especie de acto terrorista para perjudicar al gobierno de la Cuarta Transformación, o interpretando como un privilegio perverso el hecho de que la camioneta de Ciro Gómez goce del blindaje que le salvó la vida. Cualquier cosa con tal de llevar agua a su molino.
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