Por Paul Krugman - The New York Times
Después de todos los falsos comienzos y las esperanzas frustradas de los últimos dos años en Estados Unidos, me resisto a decir que es un hecho antes de que se haya firmado en el Despacho Oval. Sin embargo, parece que los demócratas por fin se han puesto de acuerdo sobre una legislación determinante, la Ley de Reducción de la Inflación. Y si se promulga, será muy importante.
En primer lugar, ¿esta ley sí reducirá la inflación? Sí, tal vez, o al menos reduciría las presiones inflacionarias. Esto se debe a que el aumento del gasto de la legislación, sobre todo en energía limpia, pero también en atención sanitaria, se compensaría con creces a través de sus disposiciones fiscales. Por lo tanto, sería una ley de reducción del déficit, lo que, en igualdad de condiciones, la haría desinflacionaria.

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