Especialistas observan el consumo actual de electricidad. Intentan identificar la hondura de la retracción económica por la pandemia. La eterna característica del fluido eléctrico –básicamente se produce cuando se consume– permite identificar en tiempo real el nivel de actividades económica, social y familiar.
En artículo reciente, el director de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, observa esto y los millones de confinados en sus hogares que trabajan desde ahí (https://www.iea.org). Asimismo, a niñas, niños y jóvenes vinculados electrónicamente a escuelas y universidades. A familias que comercian electrónicamente su abasto y disfrutan de plataformas de entretenimiento. Sí, como nunca, el suministro de electricidad debe ser seguro, confiable y de calidad.
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