domingo, 31 de mayo de 2020

OBSERVACIONES Y APRENDIZAJES

Luis Rubio - El Siglo de Torreón

A la memoria de Héctor Fix Fierro. 
Nada como una crisis para aprender cómo realmente somos. Las crisis sacan lo mejor y lo peor de las personas, de los gobiernos y de los países. Recuerdo el clima de solidaridad que se gestó tras el sismo de 1985 y que tuvo una brutal repercusión política, tornándose en un factor nodal de la democratización que experimentó el país en los años siguientes, en buena medida debido a la incapacidad que demostró el gobierno para responder ante la tragedia, pero sobre todo a la habilidad de la sociedad para organizarse y contribuir de manera decisiva a la estabilización del país. El extinto Adolfo Aguilar Zinser no lo pudo describir mejor cuando, un año después del terremoto, publicó un libro intitulado Aún tiembla. Si un terremoto pudo cambiar tantas cosas, me pregunto ¿qué tanto podría cambiar con semanas o meses de confinamiento, grave recesión y ausencia de liderazgo político?

No hay comentarios:

Publicar un comentario