domingo, 31 de mayo de 2020

NO MORIRSE ES IMPORTANTE PARA LA CALIDAD DE VIDA

  • El PIB es lo de menos; el cometido más esencial de cualquier líder es mantener viva a la población
Paul Krugman - Cuba y la Economía
Un hombre pasa ante una verja con mensajes por la memoria de los fallecidos en Nueva York.BRYAN SMITH/ZUMA WIRE/DPA / EUROPA PRESS

Estados Unidos está inmerso ahora en un experimento enorme y peligroso. Aunque el distanciamiento social ha limitado la difusión del coronavirus, este dista mucho de estar controlado. Aun así, a pesar de las advertencias de los epidemiólogos, buena parte del país avanza hacia la reapertura de la economía.
Cualquiera pensaría que una medida tan trascendental vendría acompañada de justificaciones muy pensadas; que los políticos que presionan para poner fin al confinamiento, de Donald Trump para abajo, intentarían al menos explicar por qué deberíamos asumir ese riesgo. Pero quienes piden una rápida reapertura guardan un extraordinario silencio respecto a las contrapartidas que ello implica. En cambio, no cesan de hablar de la necesidad de “salvar la economía”. Esa es, sin embargo, una forma muy mala de plantear la política económica durante una pandemia.

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