viernes, 1 de septiembre de 2017

SIETE DÍAS HORRIBLES DE ISABEL SEGUNDA

El País
Diana de Gales murió un 31 de agosto de 1997. En vida le había lanzado un enorme órdago a la corona británica. No se calló al sentirse humillada por su marido y pidió el divorcio, que logró en 1996. Y si viva y libre Lady Di fue ya incomoda para su familia política, muerta iba resquebrajar los cimientos de la monarquía. Diana obligó a toda una reina de Inglaterra a mostrar sus sentimientos y enfrentarse a la creciente ira de sus súbditos, que por un breve instante quisieron verla abdicar. Este es el recuento de aquellos siete días de 1997 a través de los ojos de los corresponsales y enviados especiales de EL PAÍS, que contaron todos los detalles de una semana agónica para Isabel II. 

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