La
reunión semestral del FMI debería acelerar la acción del BCE y reducir la
presión de los ajustes
La economía de la zona euro será probablemente
el factor de preocupación más acusado de la reunión semestral del Fondo
Monetario Internacional (FMI). Aunque esporádicamente aparecen indicios de
crecimiento sostenido, siempre acaban por frustrarse por unas u otras razones.
La situación real hoy es un crecimiento poco consistente en su conjunto, con
una demanda débil y una elevada tasa de paro. En esta ocasión, el factor
distorsionante es la inquietud por las consecuencias de un proceso de
desinflación que amenaza con retrasar o impedir que se consolide el crecimiento
en los llamados países periféricos, España entre ellos.
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