Raymundo Riva Palacio / Eje Central
Lo más sorprendente de la detención el viernes pasado de Jesús Reyna,
secretario de gobierno de Michoacán y ex gobernador interino, es que no
hubiera sido antes. Por largo tiempo dijo que la situación en Michoacán
estaba en paz, con lo que evitó una temprana intervención federal en el
estado que provocó el surgimiento de las autodefensas. Durante meses
operó desde las sombras en contra del comisionado federal Alfredo
Castillo y sometió al Congreso local para impedir el restablecimiento
del orden político. Acusado por la ex candidata a gobernadora, Luisa
María Calderón, de estar vinculado a Los Caballeros Templarios, nadie lo
tocó hasta hace unos días, cuando el lugarteniente de un jefe del
cártel lo señaló.
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