A medida que los recursos energéticos se agotan y se encarecen, crece la preocupación sobre cómo preservarlos
Creo que poco a poco vamos siendo conscientes de la enorme importancia
que la energía tiene para nuestra vida individual y colectiva. La
energía es un elemento esencial para vivir (el componente más importante
de los alimentos es su poder energético). Además, sin tener disponible
una gran cantidad de energía externa a nosotros, la libertad de
movimientos, el confort, nuestro acceso al uso de objetos materiales o
de servicios personales, quedarían enormemente reducidos. Una de las
diferencias fundamentales entre las sociedades primitivas y las modernas
sociedades industriales es que el consumo per cápita de energía es, en
estas últimas, unas veinte veces superior. No es de extrañar que crezca
la preocupación de qué va a pasar en las próximas décadas con la
energía, y cómo deberíamos prepararnos al respecto. Para ello es bueno
ser conscientes de algunas contradicciones.
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