Por supuesto que
no se privatizará ni un tornillo de Pemex. ¿Quién querría esa empresa con su
carga fiscal, sus rezagos de inversión, inclusive en mantenimiento; su nómina
sobre cargada, sus pasivos laborales enormes y un sindicato cuyos líderes andan
en autos Ferrari?
Lo que el
gobierno propone con la reforma energética lo ha aclarado el ingeniero Javier
Jiménez Espriu: se trata de privatizar las actividades de la industria
petrolera y las ganancias que obtiene Pemex, no a Pemex. (SPD Noticias,
entrevista de Federico Arreola).
No hay comentarios:
Publicar un comentario