Samuel García / 24 Horas
El presidente Felipe Calderón tuvo la mala fortuna de iniciar su
gobierno en momentos en que los graves riesgos financieros sobre la
economía estadounidense comenzaban a hacerse evidentes. En 2007, el
primer año de su gobierno, ya se habían multiplicado las advertencias de
los críticos sobre un probable estallido de una burbuja inmobiliaria
que parecía imparable bajo el respaldo de la política monetaria que se
dictaba desde la Reserva Federal.
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