Las ciudades del mundo entero han perdido la brújula; mejor dicho, los que la han perdido son sus ediles, que han olvidado cualquier noción de urbanismo. Nuestro siglo ha tirado la toalla y no tiene ningún proyecto urbano. La nueva España, el México del siglo XIX y del porfiriato, el siglo XX y hasta los años 1960 tuvieron una visión de largo plazo y todo lo que subsiste de bueno en nuestras ciudades se lo debemos a nuestros antepasados. ¿Pero qué ciudad dejaremos a nuestros hijos?
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