Se ha venido diciendo que la culpa fue de los fallos humanos y de la fatalidad, pero no se engañen: la construcción desenfrenada de infraestructuras de alta velocidad ha llevado a descuidar la seguridad
Adolfo Barrio Mozo / El País
Está previsto que la ministra de Fomento y los presidentes de Renfe y
del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) informen a
partir de hoy en el Congreso sobre el accidente producido en una
pronunciada curva próxima a Santiago de Compostela, que muchos piensan
que no debería haber existido (aunque el presidente del Adif haya
declarado que no hay curvas peligrosas si se toman a la velocidad
debida, lo que equivale a negar la existencia de puntos negros o de
riesgo y renunciar a suprimirlos), pero, no se engañen, no van a decir
nada distinto de lo que oficiosamente han venido diciendo: la culpa fue
de fallos humanos y de la fatalidad, y las explicaciones sobre los
sistemas de seguridad y, especialmente, sobre el control de la
velocidad, serán, previsiblemente, mínimas, ya que cada vez parece más
claro que no es que dichos sistemas de control de Está previsto que la ministra de Fomento y los presidentes de Renfe y
del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) informen a
partir de hoy en el Congreso sobre el accidente producido en una
pronunciada curva próxima a Santiago de Compostela, que muchos piensan
que no debería haber existido (aunque el presidente del Adif haya
declarado que no hay curvas peligrosas si se toman a la velocidad
debida, lo que equivale a negar la existencia de puntos negros o de
riesgo y renunciar a suprimirlos), pero, no se engañen, no van a decir
nada distinto de lo que oficiosamente han venido diciendo: la culpa fue
de fallos humanos y de la fatalidad, y las explicaciones sobre los
sistemas de seguridad y, especialmente, sobre el control de la
velocidad, serán, previsiblemente, mínimas, ya que cada vez parece más
claro que no es que dichos sistemas de Está previsto que la ministra de Fomento y los presidentes de Renfe y
del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) informen a
partir de hoy en el Congreso sobre el accidente producido en una
pronunciada curva próxima a Santiago de Compostela, que muchos piensan
que no debería haber existido (aunque el presidente del Adif haya
declarado que no hay curvas peligrosas si se toman a la velocidad
debida, lo que equivale a negar la existencia de puntos negros o de
riesgo y renunciar a suprimirlos), pero, no se engañen, no van a decir
nada distinto de lo que oficiosamente han venido diciendo: la culpa fue
de fallos humanos y de la fatalidad, y las explicaciones sobre los
sistemas de seguridad y, especialmente, sobre el control de la
velocidad, serán, previsiblemente, mínimas, ya que cada vez parece más
claro que no es que dichos sistemas de control de control de velocidad hayan funcionado incorrectamente, sino que, simplemente, no existían.
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