Raymundo Riva Palacio / Eje Central
Un juez
federal absolvió este lunes a Noé Ramírez Mandujano, fiscal antidrogas
en el gobierno de Felipe Calderón, por el delito de delincuencia
organizada. Es el último funcionario de alto nivel en dejar la cárcel,
después de que hace casi cuatro años y medio, el entonces procurador
Eduardo Medina Mora, y Marisela Morales, quien se convirtió en la fiscal
estrella del calderonismo, desmantelaran toda la estructura de la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia
Organizada (SEIDO), bajo la acusación de que trabajaba al servicio del
cártel de los hermanos Arturo, Héctor y Alfredo Beltrán Leyva, en la
llamada “Operación Limpieza”. La libertad de Ramírez Mandujano no es
sólo un acto de justicia, a decir del juez, sino la metáfora de lo que
se está conformando como uno de los periodos más oscuros dentro de la
PGR, donde Morales, que llegó a ser su cabeza, empieza a emerger como un
icono en la fabricación de delitos.
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