Silvia Ribeiro* / la Jornada
El 26 de marzo pasado
entró en vigencia en Estados Unidos una cláusula legal que permite a
Monsanto y las otras trasnacionales de transgénicos ignorar las órdenes
judiciales de suspensión de siembra de cultivos transgénicos, sea por
irregularidades en su aprobación, por falta de evaluación de impactos
ambientales o de salud, por nuevas evidencias científicas que señalan
daños sanitarios o cualquier otra razón. Es una excepción sin
precedentes a nivel global, bautizada
Acta de protección a Monsanto.
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